**Unos se arropan con disimulo en los brazos de los gobiernos y otros se la rifan con su don de gente, pero ahí se verá quien se identifica más con el pueblo
**Los que empezaron asomarse con cautela son, Sagrario Hernández, Adriana Vázquez, Eric Domínguez, Octavio Tremari, Jorge Trueba, José Manuel del Rio, Carlos Molina y Alejandro Hernández, andan en busca de amarres con grupos en el poder y empresarial
Redacción: centraldenoticiasmx.blogspot.com/
Papantla de Olarte, Veracruz.- Ya empezaron a salir del closet aspirantes a la presidencia municipal, unos encumbrados por el Gobierno del Estado o Municipio y otros que figuraron en comunas anteriores, hasta se suman los que han sido traicionados por ex servidores públicos en elección popular, utilizados como trampolín político para poder encumbrarse en el poder.
El asunto es que en Papantla, han movido sus piezas de ajedrez con cautela, entreteniéndose con los amarres, solo que unas o unos con las que pretenden unir fuerzas se conducen en la traición, están plenamente identificadas como el caso de Judas Iscariote, el famoso discípulo de Jesucristo que lo traicionó a cambio de 30 monedas de plata.
Las deslealtades están a flor de piel en el PRI, por un lado se registran para formar parte del Comité Directivo Municipal, pero por otro lado le giñan el ojo a MORENA, tan es así que hasta trabajo han proporcionado en la Oficina de Hacienda del Estado, asentada en Papantla, a la señora Gabriela Ruiz, madre de la ex diputada federal del tricolor, Jeanny Arroyo Ruiz, aprendió bien el modus operanti de Rómulo Salazar Macías, el panista y su hija Heidi Salazar Espinosa, ex legisladora del Congreso de la Unión, postulada por el Partido Revolucionario Institucional.
Sagrario Hernández, mejor conocida cono “lady cerillos” ‘anda de la ceca a la meca’ en busca de cobijo para ser candidata a la alcaldía de Papantla, pues en MORENA recibió su descolón y tuvo que buscar a los representantes del Partido Movimiento Ciudadano, pero, lástima margarita, otra vez falló su inteligencia, debido que José Manuel del Rio podría recibir el visto bueno de Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, aunque no hay que descartar por otro lado las preferencias del Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, ya que tiene su gallo para la contienda, el diputado Eric Domínguez.
Los desafíos entre aspirantes a la alcaldía, cada día se tornan más emocionantes, como sucede con el PAN que tiene en la mira a Jorge Trueba y a Octavio Tremari, que calladitos se ven más bonitos, no dicen nada, y las visitas de importantes personajes de la vida política, empresarial como de la alta alcurnia andan desfilando para apoyarlos, aunque el Secretario del Ayuntamiento local, debería conducirse con cautela porque sospechosamente “unos vivales de una imprenta” rondan su casa para hablarle al oído, buscan asesorarlo pero en contra de sus intereses del aspirante, ya que, ese sujeto tiene fuertes intereses con el legislador de MORENA desde hace varios años.
Por otro lado el “PRD, tiene el as bajo la manga” en caso que se procurará la paridad de géneros en la selección de candidatos y candidatas a cargos de elección popular, podría contender la Presidenta del DIF, Adriana Vázquez, esposa del alcalde Mariano Romero, quien ha hecho un gran trabajo dentro de esa dependencia de beneficencia social, aún hay tiempo para que limen asperezas los representantes de los Comités Directivos de partidos políticos y el Ejecutivo Estatal, no hay porque hacerse el espantado ni el ofendido, solo se espera que no caigan en los sobornos ni que se vean en lo oscurito para negociar las candidaturas.
Los priístas Carlos Molina y Alejandro Hernández, son unos de los que ambicionan llegar a gobernar el municipio, aunque la política es tan ambigua que a veces nos causa sorpresas positivas o negativas, pero finalmente han terminado siendo un galimatías que nos deja muchas veces sin aliento, ante la disyuntiva de la definición, que recaerá en el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, tendrá que ser muy cauteloso en la definición, pues “el horno no está para bollos”.
